Vídeos y manual de usuario5.8. Las 5 heridas
El inconsciente humano está influido en gran medida por las heridas psíquicas. Entre ellas, hay cinco heridas principales: el rechazo, el abandono, la traición, la humillación y la injusticia. Estas cinco heridas se derivan de un modelo inicial de ocho heridas. Interactúan de forma similar a los cinco elementos de la medicina tradicional china, creando una compleja red de influencias mutuas.
Comprender qué heridas están actualmente activas en nuestro interior puede ofrecernos valiosas perspectivas. Al observar cómo el rechazo, la traición o la injusticia se alimentan mutuamente, podemos obtener una visión dinámica de nuestro estado psíquico. Esta comprensión puede ser una clave para un mayor autoconocimiento y superación personal.
Origen de las 5 heridas
John Pierrakos, psicoterapeuta y cofundador del Instituto de Análisis Bioenergético en 1956, retomó el trabajo de Wilhelm Reich sobre las heridas existenciales (o heridas narcisistas) y definió ocho: abandono, rechazo, humillación, traición, injusticia, intrusión, impotencia, inseguridad.
Más tarde, Lise Bourbeau adaptó y simplificó la teoría en cinco heridas emocionales que nos impiden ser nosotros mismos. Según ella, estas heridas están en la raíz de muchos problemas emocionales y comportamientos disfuncionales. Se originan en la infancia, a menudo entre el nacimiento y los siete años, pero siguen influyendo en nuestra vida adulta si no se curan.
-
La herida del rechazo: Esta herida suele formarse muy pronto, a veces incluso antes del nacimiento, y suele estar vinculada a un sentimiento de no ser querido. Las personas con esta herida se sienten indignas de amor y evitan las situaciones en las que podrían ser rechazadas. Tienen dificultades para hacerse valer y ocupar su lugar.
-
Herida de abandono: Aparece cuando un niño se siente abandonado o no apoyado por sus allegados. Las personas afectadas por esta herida tienen un miedo intenso a la soledad y buscan constantemente la atención y la aprobación de los demás. Pueden llegar a ser emocionalmente dependientes.
-
La herida de la humillación: Se desarrolla cuando un niño se siente menospreciado o criticado por sus padres o seres queridos por su comportamiento o sus acciones. Los individuos con esta herida tienden a sentirse avergonzados y faltos de dignidad. También pueden humillarse a sí mismos para evitar que otros lo hagan.
-
La herida de la traición: Esta herida se produce cuando un niño se siente traicionado por alguien en quien confiaba, a menudo un padre que no cumple sus promesas. Las personas con esta herida tienen dificultades para confiar en los demás y buscan controlarlo todo. Pueden volverse celosas o posesivas.
-
Herida de injusticia: Se forma cuando un niño se siente tratado injustamente, a menudo por padres excesivamente autoritarios o críticos. Las personas afectadas por esta herida se esfuerzan por alcanzar la perfección y pueden volverse rígidas e intolerantes. A menudo tienen dificultades para expresar sus emociones.
Lise Bourbeau explica que estas heridas influyen en nuestro comportamiento y en nuestra forma de percibir el mundo. Para curarse, es esencial reconocer estas heridas, comprender su origen y trabajar para superarlas.
|
|